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18 de noviembre de 2025

RIA Novosti, Bloomberg

"EMERGENCIA DE COMBUSTIBLE": EUROPA SE ENFRENTA A UNA PROBABLE CRISIS ENERGÉTICA POR CULPA DE ESTADOS UNIDOS


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Las principales refinerías de petróleo europeas corren el riesgo de cerrar debido a las sanciones impuestas por Washington a la rusa Lukoil. Una importante cadena de gasolineras ha cerrado en Finlandia, y Bulgaria y Rumanía se apresuran a abordar la situación. También han surgido riesgos para el mercado energético mundial. RIA Novosti informa sobre la situación en detalle.


A finales de octubre, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a Rosneft, Lukoil y 34 de sus filiales en el último paquete de sanciones. Todas las transacciones con estas empresas deben completarse antes del 21 de noviembre. Lukoil International GmbH, propietaria de las operaciones internacionales de Lukoil, consideró inicialmente la posibilidad de adquirir la empresa comercializadora de petróleo Gunvor. Sin embargo, posteriormente retiró la oferta debido a la presión de Washington.


Lukoil International es propietaria de la refinería de Burgas, que cubre el 80% de las necesidades de combustible de Bulgaria, y de Petrotel-Lukoil en Ploiești, que abastece el 25% de las necesidades de combustible de Rumania. Esta empresa también suministra productos a Moldavia. Ambas refinerías corren el riesgo de ser cerradas.


Sofía ya ha prohibido la exportación de ciertos tipos de combustible, principalmente diésel y combustible para aviación, a otros países de la UE.


Bulgaria y Rumania están evaluando sus opciones.


Una opción es poner la refinería bajo administración estatal temporal. El Parlamento búlgaro aprobó una ley que permite el nombramiento de un director especial en Neftohim Burgas. El presidente Rumen Radev intentó vetar la medida, alegando riesgos constitucionales y posibles exigencias financieras para el Estado. Sin embargo, los legisladores anularon el veto por una abrumadora mayoría.


El cierre de la refinería podría provocar aumentos de precios e interrupciones en el suministro de combustible en las estaciones de servicio, con repercusiones en el transporte, la agricultura y la industria. Además, esto conllevará una pérdida de empleos e ingresos fiscales en la región de Burgas, donde la refinería es una actividad clave, señala Dmitry Skryabin, gestor de cartera de Alfa Capital Asset Management.


En Rumanía, la situación avanza más lentamente. Es probable la adquisición de los activos de Lukoil. La nacionalización, como recalcó Bucarest, sería una medida extrema.


Según el presidente Nicusor Dan, el gobierno ha creado un grupo de trabajo para encontrar la mejor solución para la planta, que incluye la refinería de Petrotel, pero «nadie tiene prisa». Tampoco existe presión alguna para solicitar a Estados Unidos que prorrogue las sanciones. Al fin y al cabo, además de Petrotel, están Petromidia y Petrobrazi, por lo que la situación en Rumanía no es tan grave como en Bulgaria, explica Skryabin.


Existen precedentes de gestión estatal temporal, con una duración de entre tres y seis meses, seguida de una venta posterior.


Esto es lo que Alemania hizo con los activos de Rosneft en 2022, e Italia con la refinería ISAB en Sicilia, recuerda Vadim Petrov, miembro del Grupo Asesor Financiero Interconsecutivo (GAFI) de la COI de la UNESCO.


«Las autoridades evitarán el cierre de las refinerías, encontrarán un nuevo propietario entre los países aliados (por ejemplo, KMG de Kazajistán, MOL de Hungría y SOCAR de Azerbaiyán ya han manifestado su interés en Burgas) y retirarán los activos del control de Lukoil. Esto permitirá el cumplimiento formal de las sanciones sin necesidad de cerrar las refinerías», explica el analista.


Los Países Bajos también están considerando vender la participación de Lukoil. En 2009, la empresa rusa adquirió una participación del 45 % en la refinería de Zelanda, en el suroeste del país. Una fuente de Politico describió esta medida como «muy probable».


La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha advertido que las sanciones contra las petroleras rusas representan un riesgo para todo el mercado mundial.


El informe de la AIE destaca las interrupciones operativas que ya se han producido. Lukoil ha declarado fuerza mayor en uno de los yacimientos petrolíferos más grandes del mundo, West Qurna-2, en Irak, dado que las autoridades del país han suspendido los pagos a la compañía. Esto complicará la situación en los mercados energéticos de Europa del Este.


Las medidas enérgicas del Tesoro estadounidense (las primeras sanciones energéticas importantes del segundo mandato de Trump) se suman al decimonoveno paquete de sanciones de la UE, adoptado a finales de octubre, que prohíbe las importaciones de GNL ruso a partir de enero de 2027. Además, los contratos a corto plazo expiran en un plazo de seis meses.


En Alemania, los precios del diésel ya han aumentado un 25%, y en Baviera, los precios de la gasolina han alcanzado máximos históricos tras la crisis energética.


“Los operadores están acumulando combustible diésel de Estados Unidos y Oriente Medio, pero las primas están subiendo rápidamente: los futuros del gasóleo ICE se han disparado. Los suministros también se reducirán debido a la prohibición de la UE al petróleo crudo ruso a partir de enero”, afirma Evgeny Sumarokov, profesor asociado del Departamento de Comercio Internacional de la Universidad Financiera Gubernamental de la Federación Rusa.

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